Freescale Semiconductor se especializó en soluciones de procesamiento integrado para una amplia gama de industrias, incluidas la automotriz, la de redes, la industrial y la electrónica de consumo. Su oferta de productos incluía microprocesadores, microcontroladores, sensores, circuitos integrados analógicos y soluciones de conectividad. Freescale desempeñó un papel importante en varias aplicaciones y mercados, incluida la seguridad automotriz, los vehículos híbridos y eléctricos, la infraestructura inalámbrica, la gestión inteligente de la energía, los dispositivos médicos portátiles y los dispositivos móviles inteligentes. Con sede en Texas, EE. UU., Freescale operaba una red global de instalaciones de diseño, investigación y desarrollo, fabricación y ventas. Brindaban servicio a una base de clientes diversa de más de 10 000 clientes en todo el mundo, incluidos más de 100 fabricantes de equipos originales (OEM) conocidos y otros clientes a través de amplias redes de agentes. Freescale empleaba aproximadamente a 17 000 profesionales en más de 20 países. Freescale Semiconductor, originalmente parte de Motorola, se escindió como una compañía independiente en 2004. En 2015, Freescale Semiconductor fue adquirida por NXP Semiconductors, creando una de las compañías de semiconductores más grandes del mundo.